En Extremadura están ocupadas unas 395.000 personas (alrededor del 2,3% del empleo español), y se obtiene en torno al 1,7% del PIB nacional. La participación del sector primario en el contexto regional es todavía significativa: supone el 14 % de la población ocupada.
Tienen gran peso dentro del sector: la agricultura (hortalizas, cebada y trigo, maíz, olivar, viñedo, tabaco, pimiento para pimentón y cerezas), la ganadería porcina y la explotación forestal del corcho. Dentro del sector secundario, la industria extremeña tiene poca importancia, pero si se suma la construcción, muy dinámica por las obras públicas, los porcentajes de participación en el empleo se elevan hasta el 26 %.
Las actividades industriales se concentran en torno a la producción agropecuaria (conserveras, corcho, vitivinícola, tabaco, etc.) y de energía eléctrica.
La economía de Extremadura es de servicios, con un 60 % de la población ocupada. Por su importancia destacan los servicios públicos, el comercio y un incipiente turismo rural, debido a que Extremadura posee un medio ambiente y un patrimonio cultural muy bien conservados.
Tienen gran peso dentro del sector: la agricultura (hortalizas, cebada y trigo, maíz, olivar, viñedo, tabaco, pimiento para pimentón y cerezas), la ganadería porcina y la explotación forestal del corcho. Dentro del sector secundario, la industria extremeña tiene poca importancia, pero si se suma la construcción, muy dinámica por las obras públicas, los porcentajes de participación en el empleo se elevan hasta el 26 %.
Las actividades industriales se concentran en torno a la producción agropecuaria (conserveras, corcho, vitivinícola, tabaco, etc.) y de energía eléctrica.
La economía de Extremadura es de servicios, con un 60 % de la población ocupada. Por su importancia destacan los servicios públicos, el comercio y un incipiente turismo rural, debido a que Extremadura posee un medio ambiente y un patrimonio cultural muy bien conservados.
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